"Tradicional Feria de Ramos"
Fiesta de origen netamente popular asociada a los antiguos "tamemes" o cargadores, aquellos que periódicamente
hacían su arribo a esta población trayendo consigo infinidad de
productos que no se producían en la región. La situación económica que
vivía el ayuntamiento en los años posteriores a la lucha independentista
estaba a punto de colapsarse, por lo que las autoridades municipales
solicitaron al Congreso del Estado el 4 de marzo de 1828, la
autorización para efectuar una feria que al igual que la de Zapotlán
durara nueve días, ya que consideraban que mediante esta actividad
podrían reactivar la economía del municipio. Para llevarla a efecto
sugerían el sábado de la Pasión para dar principio y el Domingo de Ramos
para su conclusión por ser los días más concurridos y en que se
observaba el mayor comercio. La petición fue negada por el Congreso.
Para 1867 el cabildo vuelve a replantear la petición y el Congreso
volvió a decir que no concedía la autorización, por lo que se considera
que La Feria de Ramos fue autorizada en los años posteriores a 1867.
Según las narraciones, a principios del siglo pasado en la Feria de
Ramos los comerciantes se instalaban en la Plaza del Comercio donde se
vendían diferentes productos como: Loza de barro y de porcelana,
instrumentos de labranza, artículos de madera, guitarras, monturas,
sillas, equípales, sombreros, rebozos, entre otros.
A un costado de los portales se instalaban las terrazas, las que se acondicionaban con una tarima donde se colocaba el mariachi y una pista para zapatear o "valsar". También se instalaba un volantín y una rueda de la fortuna para diversión de chicos y grandes. A la par de las vendimias se celebraban corridas de toros y peleas de gallos, se hacían recibimientos durante toda la semana de la celebración, ofrecidos por personas prominentes u organizaciones sociales del pueblo.
A un costado de los portales se instalaban las terrazas, las que se acondicionaban con una tarima donde se colocaba el mariachi y una pista para zapatear o "valsar". También se instalaba un volantín y una rueda de la fortuna para diversión de chicos y grandes. A la par de las vendimias se celebraban corridas de toros y peleas de gallos, se hacían recibimientos durante toda la semana de la celebración, ofrecidos por personas prominentes u organizaciones sociales del pueblo.